25 de Septiembre, llego ese tan esperado día, después de tres largos años de sacrificios llego el día mas importante de mi vida. Aun la noche anterior no lo creía –hoy aun estoy pensando que es un sueño-, era el día que debía partir con mi hija y a pesar que estuve en Colombia y Ecuador dos países que conozco a parte de mi patria Venezuela, sentía que por primera vez en mi vida iba a salir del cascaron.
Las maletas casi listas, en la mañana le hice un repaso a todo lo que debía llevar y mi familia compro una balanza para ver si estábamos en el peso indicado. Tuvimos que volver a reordenar todo para que nos dieran los 23 kilos por maleta. Y 10 kilos por equipaje de mano.
Me traje todo lo que pude sin embargo es la ropa principalmente los papeles y mi iMac. Llovía a cantaros en San Cristóbal, cosa que me hizo dudar por un momento si el avión saldría a tiempo. Pero le pusimos toda la fé que si nos íbamos ese día como estaba planeado.
Algunos de mis amigos fueron a casa a despedirme y vi el por la tele el primer partido de la Vinotinto en el mundial sub-20, Ganó Venezuela 1-0 a Nigeria. Y después del partido nos montamos en los carros rumbo al aeropuerto de Santo Domingo, paradójicamente hacia un sol de 30 grados y allá no había llovido en todo el día.
El vuelo debía salir a las 5 de la tarde y salió a Maiquetía a las 6.15 P. M. Llegue a las 7.15 y de una vez al puerto internacional. A las 8 de la noche comencé a hacer la fila para hacer el cheking, y en la fila había unos tipos que decían ser seguridad de Canada, que pedían los pasaportes y los pasaban por unos infrarrojos y hacían preguntas.
No se si fue conmigo pero me la aplicaron, primero uno insinúo que el pasaporte que tenia mi visa estaba adulterado, hicieron miles de preguntas idiotas, y pedían una y otra vez los papeles de mi hija, preguntaban por la mamá y les mostré los documentos, si leían el acta de defunción: que decia que ella murió en el 2005 entonces me decían “¿murió este año?” y preguntas por el estilo. Total me pusieron a sudar unos 20 minutos con un interrogatorio bastante fuera de lugar y una y otra vez miraban el pasaporte y hasta una lupa usaron.. Total terminó esa parte tediosa, y por fin pase al cheking.
Fuimos a comer y llegamos a la sala de embarque casi a las 11:30, cuando llegue me estaban llamando por el parlante, y los mismos gorilas “seguridad de la embajada” me dijeron que la guardia nacional quería ver mi maleta, y otra vez el interrogatorio… Que fastidio y que angustia pues ni idea de porque querían ver una de mis maletas.
Me hicieron pasar a la entrada del túnel de embarque durante varios minutos. Y todo el mundo pasaba a embarcar y me veía con cara de incertidumbre. Después de 15 min. llegó un guardia nacional con mi maleta, la abrió y me dijo que era por los CDS que llevaba en una carpeta.. pero depuse dijo que esa colección era una reliquia. Total fue una perdedora de tiempo, que le colocaba picante a la cosa.
Por fin embarqué al avión, y despegamos.
Como a las 2 horas repartieron la comida y una hora antes de aterrizar en Toronto nos despertaron para preparar la llegada.
Otra Sorpresa Mas.
Llegamos a Toronto el sueño estaba a punto de caramelo, solo era pasar a inmigración y sellar los pasaportes. Saqué la maleta de mano y de una vez busque mis pasaportes, pero ohh sorpresa!!! los pasaportes no estaban. Así como les cuento, NO LOS TENIA!... Casi me siento a llorar me baje del avión y caminé tristemente pensando que todo había llegado hasta allí. Mi hija saltando de alegría porque estábamos en Canadá, pero yo con esa incertidumbre, en el pasillo ya no quedaba nadie y yo caminé muy despacio, pero me detuve en unas sillas que habían y comencé a sacar cosa por cosa de la carpeta de los documentos que llevaba. Y por arte de magia o bendición de Dios mas bien, salieron de un bolsillo de una de esas carpetas, y solo dije GRACIAS DIOS MIO!.
La verdad no supe como llegó allí pero allí estaban, durante ese tiempo me pasaron muchas cosas por la cabeza, pensé que me los habían sacado de la mátela en Maiquetía con todo ese zaperoco que hubo a la salida de Venezuela.
Y bueno ya era de ir a la inmigración, como cosa curiosa me hablaron en ingles y al lado había una señora mexicana que traducía todo lo que yo decía, de esa manera estuvo súper bien.
Di una pequeña vuelta por el aeropuerto y a embarcar a Montreal. El sueño se hizo realidad. En el taxi de Montreal solo pensaba es increíble que estemos aquí depues de tantos años al fin lo logramos. Y aquí estamos.
